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domingo, agosto 26, 2007

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MI INTENCION NO ES ASUSTAR, PERO...




Vamos a ejemplificar la mojiganga esta de las "inyecciones" con un reparto mínimo de actores:

1. Un posible hipotecado con 100.000 euros en el bolsillo.
2. Un constructor con un adosado recién terminado.
3. Un banco que le ha prestado 100.000 euros al constructor.
4. Un ahorrador que dejó 100.000 euros en un depósito en el banco.
5. El BCE con una aguja llena de dinero ficticio.

Entonces, el desarrollo de la obra puede darse según tres argumentos:

Argumento 1:

Todo va sobre ruedas: el constructor le vende al hipotecado su adosado, le subroga la hipoteca de 100.000 euros y el neoesclavo va pagando los intereses y el capital al banco. El banco le va pagando los intereses al ahorrador. Hasta aquí nadie pierde y no se ha generado inflación.

Argumento 2:

Hay un pequeño problemilla: el hipotecado ha comprado el piso y se ha subrogado la hipoteca, pero no puede hacer frente a los intereses. El ahorrador quiere su dinero y el banco no tiene "liquidez". El BCE "inyecta" ese dinero y el ahorrador cobra. El banco vende otros activos y le paga al BCE. El BCE destruye ese dinero ficticio y entonces todo cuadra, no se ha generado inflación porque el dinero que hay en la economía es el mismo.

Argumento 3:

Hay dos pequeños problemillas: el primero es el mismo que antes, que se soluciona con una inyección también. El segundo problemilla es que cuando el banco tira a vender sus activos esos activos han perdido mucho de su valor o bien simplemente ya no quedan activos por vender. A partir de aquí hay dos opciones:

* El Banco suspende pagos, con lo que el ahorrador pierde su dinero, pero no hay dinero ficticio circulando, los 100.000 euros del ahorrador están ahora en el bolsillo del constructor, con el hipotecado de "cortafuegos". No se genera inflación.
* El Banco no suspende pagos porque el BCE ha seguido con sus inyecciones, y entonces el Banco le da sus 100.000 euros al ahorrador. Aquí se produce la multiplicación de los panes y los peces: de 100.000 euros que tenía el ahorrador, ahora hay 100.000 en el bolsillo del constructor y 100.000 en el bolsillo del ahorrador. Los dos creen que su dinero es suyo y de nadie más. El hipotecado ni paga ni va a pagar. Se ha generado dinero de la nada y esto es igual a inflación y devaluación de la moneda.

Conclusión:

Las inyecciones sirven mientras los bancos tengan activos que liquidar a muy corto plazo y el BCE devuelva inmediatamente ese dinero al limbo, que es de donde partió. Si después de que los bancos hayan liquidado sus activos siguen las inyecciones, muy pronto iremos todos a cobrar nuestros salarios en baúles de mimbre como los obreros de la Weimar.

Fuente:

Alberto Noguera. La trampa de las inyecciones

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