Portal sobre Conservación y Equidad Socialproyectos como estos dan una luz de esperanza a un proceso salvaje de neocolonización. Me gustaría deciros que esta zona afroindígena de Colombia no esta siendo esquilmada y que los procesos de genocidio y desplazamiento de población autóctona no tiene lugar. No es así y en esta rincón del planeta como en la totalidad del territorio de Colombia estos procesos criminales tienen lugar a diario con el fin de apropiarse de las inmensas riquezas de este pais asolado por 40 años de guerra. Grandes corporaciones se estan apoderando de las tierras para plantas palma y soja y todo ello con la supervisión del mayor criminal y genocida, el actual presidente Alvaro Uribe.
Os voy a transcribir un hermoso texto que habla de la resistencia de estos pueblos silenciados.
Pero en tiempos recientes una nueva muerte ha sido vista por estos rincones del planeta. Ha llegado quien sabe de donde y ahora contagia con su peste a los pueblos que tienen los pies en la tierra. Y aunque la muerte que camina tiñó de sangre el agua por quitarle el agua al pez, aunque la muerte que camina alzó guerra contra el pueblo cuando el pueblo nunca se alzó en guerra, aunque la muerte que camina atentó contra la solidaridad, aunque la muerte que camina ocultó la verdad, lo que nunca pensó la muerte que camina es que la vida de los que tienen los pies en la tierra fuera mayor que el miedo, la bomba y el avión.
La dignidad existe porque viven los que se refugiaron en las montañas y desde allá, en resitencia, siguieron soportando las embestidasd de la guerra.
Los pueblos de la resistencia no usan las armas, los pueblos de la resistencia no usan palabras, los pueblos de la resistencia nadie los ve, los pueblos de la resistencia son la esperanza que camina en la tierra. Son los pueblos de la resistencia otra posibilidad más para que la humanidad se humanice.
Carentes absolutamente de todo, los pueblos de la resistencia se han dejado enseñar de las montañas: se quedaron sin perros y gallos para no ser encontrados, han aprendido de nuevas plantas que sirven para curar mordeduras de serpiente, han aprendido de nuevas plantas que calman el hambre. En la montaña han llamado caleta un pedazo de plástico o a la suma de algunas hojas de palma que les sirva a la familia al menos para resguardarse de las lluvias.
Los nombres que tenian sus comunidades daban razón de su proyecto de vida, cantaban de sus sueños, eran el lenguaje dialéctico del pasado luchado y el futuro querido: Buenavista, Pueblo nuevo, Llano rico, Nueva esperanza, Santa Fe, Villa luz, Bella flor, Quién como Dios, Camelias... Ese proyecto de vida que ha sido la causa de su persecución y muerte, también de su resistencia y dignidad.
Los pueblos que resisten hoy sólo tienen presente; son pocos los ancianos que quedan y son pocos los infantes que viven. El pasado ha sido duro y el futuro no se sabe. Dueños sólo de su vida, y de nada más, reconocen las comunidades de la ceniza y el olvido.
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