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viernes, agosto 11, 2006

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Seminario Scripps Howard - Washington DC






En mi opinión el periodismo tradicional es una vulgar forma de manipulación y el nivel de profesionalidad en terminos teóricos esta anclado en el siglo XIX. En sencillas palabras son pasado.

Aunque de forma embrionaria el periodismo ciudadano le queda un largo recorrido y desarrollo, debe ser la dirección por donde fluya la información y esta a su vez debe estar compartida con la ciudadania.

Ya no existen gurus de la información, simplemente voceros que defienden de forma muy mediocre y en ocasiones bastarda e incluso criminal, intereses políticos y económicos de aquellos que de forma miope intentan frenar la evolución de la humanidad.

Habría que preguntar a estos incendiarios que invaden nuestra cotidianidad ¿ por qué y para qué vomitan comunicando ? ¿ qué medio puede soportar el tú a tú con la ciudadania ? ¿ quién y que les hace pensar que estan autorizados a distribuir, censurar y distorsionar la realidad ?.

Me gustaria aclarar el comentario que realizo sobre determinados personajes que utilizan los medios de comunicación para canalizar su impotencia, mediocridad y odio para justificar los crímenes contra la humanidad que estos momentos históricos esta ejecutando el Estado terrorista de Israel.

Estas últimas semanas he estado realizando un trabajo en la sierra de Guadarrama ( Madrid ). Aunque hablo de trabajo, en realidad ha sido una experiencia transpersonal que ha conmovido todo mi ser y ha reafirmado mi visión de lo que debe o la manera que entiendo con la que debe trabajar un operador de cámara, como es mi caso. Me refiero a trabajar con el corazón, con el máximo respeto y una total implicación emocional en aquello que estas realizando.

Por la noches con el corazón emocionado conectaba una betusta radio despertador para releer auditivamente la desinformación que se vomita desde un medio de comunicación que le denominan radio. En una de esas noches escuche en RNE a un individuo cuyo nombre ni merece la pena mencionar, con su corazón emponzoñado de odio, justificar y alimentar el ataque al Libano.

Periodistas de esta calaña, adoradores de la muerte, bastardos a sueldo que desconocen el respeto humano y la influencia que ejercen sobre el inconsciente colectivo. Debieran en mi opinión, ejercerse acciones legales y llevarles ante los tribunales internaciolnales de justicia, de una justicia restitutiva no punitiva y conderles a rectificar públicamente sus justificaciones ante un genocidio como al que estamos asistiendo.

Todos aquellos que ejercen esta función pública debieran entender que la libertad de expresión tiene el límite de los derechos humanos y que existe una línea que no debe ser sobrepasada.