UNA GRAN OPORTUNIDAD

Una semana de temblores planetarios con origen en Wall Street nos han visualizado la fragilidad de un sistema financiero que hace décadas comenzó un camino. Un camino de los muchos posibles, de las muchas maneras de entender ese mundo para muchos enigmático de la multiplicaciones de los panes y los peces. Poco importa el virus o virus causantes de semejante descalabro que por cierto era más que previsible. Hipotecas concedidas sin garantías ninguna, sin avales y que fueron vendidas, revendidas, fraccionadas y empaquetadas en misteriosos Fondos Estructurados avalados por aseguradoras. Un enorme casino donde nadie perdía y el número salía una y otra vez, una y otra vez, era imposible perder. ¿ Seguro ?

La naturaleza humana no parece que haya cambiado o evolucionado desde el principio de los tiempos y el egoísmo y la avaricia vuelven a colocarnos en el punto de partida. Bien amigos todavía queda mucho recorrido y muchos acontecimientos que ver durante los próximos años y jamás debemos olvidar que existen otros caminos que a lo mejor, digo yo, deberíamos probar de transitar.